Jonathan
1795 kmAl principio recibí un mensaje de Marjorie, mi compañera (¡gran fan de Ducati!): sabiendo que me interesan los grandes viajes, me envió el enlace al proyecto. “”¿Has visto? ¡Existe la posibilidad de realizar un viaje Multistrada con Ducati! » ¡Por supuesto que estoy interesado! Hago clic en el enlace y envío mi solicitud.
¡No puedo expresar lo sorprendido que me sentí al saber que participaré en el proyecto de Ducati Toulouse a Ducati Francorchamps! Evidentemente, tenemos que compartir estos momentos juntos: Marjorie me acompañará al volante de su Ducati monster 696. Todo va muy rápido. La idea detrás del roadbook es diversificar al máximo los paisajes y las carreteras para disfrutar de todos los aspectos de la moto evitando las autopistas. Unos 1500 km entre provincias y departamentos.
Logísticamente, ¡tendremos que recorrer muchos kilómetros para llevar la 696 a Toulouse! Salida el jueves desde Bélgica a las 6:00 horas en la Ducati 696 para llegar a el aeropuerto de Burdeos a las 16:00 horas. Una pequeña parada nocturna para retomar fuerzas y estar en las mejores condiciones para salir a por la Multistrada V4 Rally.
Desembarcamos el viernes (¡un día antes de lo esperado! ¡Agradezco a Ducati Toulouse su flexibilidad!) y Gwendoline nos recibe calurosamente. ¡LLevamos bastantes cosas para dos para una semana! Pero todo se cabe fácilmente en las tres maletas de la Multistrada V4 Rally.
¡No puedo esperar para montar a la bestia! Desde los primeros metros noto que va como una bicicleta. ¡Qué manejo! Salida desde Toulouse (Labège) en dirección Nîmes pasando por Carcassonne, Sète y Montpellier. Digamos que este primer paso tiene más interés turístico y permite familiarizarse con la moto. ¡Para la segunda etapa, cambiamos de escenario y de caminos! Salimos de Nîmes y nos dirigimos a Gap por el Mont Ventoux. Por fin puedo disfrutar de la moto en las curvas. Me sorprende el perfecto reparto de carga de la Multistrada y, a pesar de las maletas llenas, puedo manejarla con soltura como si la hubiera conducido siempre. También tenemos la oportunidad de probar la moto con dos, y gracias a los modos de conducción pregrabados, la moto encaja perfectamente. Casi olvidas que sois dos.
Al tercer día, el destino ya está marcado en el GPS de la moto: Annecy. Entre caminos sinuosos, recorremos curvas y paisajes y ascendemos de altitud pasando por Chamrousse. El tiempo no acompaña: hay niebla y empiezo a sentir un poco de frío. Es hora de probar los mangos y el asiento con calefacción. ¡Qué placer! No hace falta cambiarme los guantes, ¡me puedo quedar con los de verano! Con Marjorie, que me sigue en su 696, llegamos a Annecy donde entramos en calor con una buena raclette tradicional. Al fin y al cabo, con el tiempo de las últimas horas, ¡parece invierno!
Cuarto día, el tiempo parece más indulgente. Regresamos a Belfort y continuamos nuestro viaje hacia el norte a través del Pont de la Caille y una espléndida carretera hacia La Croisette desde donde hay una vista impresionante del lago Lemán y del “Jet d’Eau” de Ginebra, una gran fuente que se ha convertido en un verdadero atractivo turístico. Los caminos se suceden y conducir siempre es un placer: el asiento de la moto es realmente cómodo, ¡haciéndote olvidar los muchos kilómetros ya recorridos! Es necesario pasar por Gex antes de dirigirse a Belfort.
Sexta etapa, el tiempo vuelve a no acompañar: empieza a llover antes de llegar a Sarreguemines, destino final. Aún aprovechamos la carretera de Crêtes en los Vosgos pasando por el Grand Ballon, llegando al balneario del Sarre para una merecida parada.
Séptimo y último día, hemos llegado al final del viaje. Rumbo a Spa-Francorchamps, bajo una lluvia continua. Llegamos a Francorchamps lo que marca el final de la experiencia. 1884 km nos separan del primer día. Con un pellizco en el corazón le entrego la llave de esta pequeña joya. Qué experiencia, qué moto más increíble. Cada día me convenció más y más.
Cuando empezó la ruta y la moto me mostró todo su poder. O cuando tomaba curvas. O cuando probé el modo sport, el modo touring o el modo enduro. En definitiva, cada momento fue “lo mejor de”.
Quedé totalmente emocionado con la Multistrada V4 Rally, que se adapta a cualquier estilo de conducción. El motor demuestra una gran flexibilidad, capaz de acelerar con facilidad: es flexible y tranquila a bajas revoluciones y muestra un comportamiento bestial cuando se le da gas. Es un auténtico avión de combate, pero infunde seguridad y estabilidad. Los diferentes modos de conducción me convencieron de que esta moto realmente vale la pena.
Las etapas
Descubre las diferentes etapas día tras día y, sobre todo, los tracks GPX que puedes descargar.