Francesco

Día 1 – Salerno, Costa Amalfitana, Rignano Garganico
¡Había llegado el día esperado! A las 9 a.m. ya estaba en el concesionario Ducati Salerno, donde, tras las últimas comprobaciones y pruebas, finalmente partí.
El clima estaba particularmente nublado, llovía a ratos… ¡pero no me importaba!
Desde Angri me dirigí directamente a la espectacular Costa Amalfitana.
Las carreteras con vistas al mar ofrecían panoramas incomparables.
Mientras tanto, ya me había familiarizado con la moto: manejable y ágil, a pesar de la carretera estrecha y sinuosa. La costa era un espectáculo, pero a mitad de camino empezó a llover. Sin embargo, no me detuve: activé el modo Urbano y seguí sin problemas.
Tomé la autopista para llegar a Foggia. Seguía lloviendo, pero conduciendo la Multistrada V4 Rally me sentía completamente cómodo y muy seguro. No me di cuenta decomo pasaba el tiempo, estaba demasiado concentrado en la conducción. Para cerrar el primer día, fui a Rignano Garganico, un pequeño pueblo en la cima de una colina, a unos 12 km de San Giovanni Rotondo. Para llegar al pueblo había una hermosa carretera llena de curvas cerradas y con una vista maravillosa: además, era la hora del atardecer.

Día 2 – Foresta Umbra – Costa del Gargano
Aquí está el «efecto Multistrada»: después de pasar la primera noche allí, me desperté temprano porque no veía la hora de volver a empezar, a pesar de los 3°C de temperatura. Tomé el camino hacia la reserva natural de Foresta Umbra, un bosque antiguo rodeado de curvas emocionantes.
Ahora sentía la moto como una extensión de mí, tenía mucha más confianza. Me resultaba divertida e increíblemente ligera.
Luego me dirigí hacia la costa del Gargano. La parte sur me regaló vistas impresionantes, con acantilados y el inmenso mar turquesa.

Día 3 – Polignano a Mare, Alberobello, Gravina di Puglia, Matera
Llovió toda la noche.
A las 9:30 a.m. partí hacia Polignano a Mare, que desafortunadamente solo pude cruzar debido a los trabajos en el centro, que me impidieron ver sus hermosas playas y acantilados. Me dirigí a Alberobello. Seguía lloviendo, pero fui muy cuidadoso, y el modo Urbano demostró ser ideal en esa ocasión.
Crucé un hermoso campo, con sus muros blancos, hasta que finalmente llegué a Alberobello, donde con sus típicos Trulli te sientes transportado a un mundo de cuento de hadas. Finalmente dejó de llover y salió el sol.
¡Gravina di Puglia! Me detuve entre sus majestuosas rocas y el puente del Acueducto.
Próxima parada: Matera y sus Sassi, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. ¡Increíble! Bajo los rayos del sol, disfruté cada kilómetro hasta llegar a Potenza, donde pasé la noche.

Día 4 – Potenza, Cilento, Palinuro, Sapri, Maratea
Después de pasar la noche cerca de Potenza, volví a la moto y retomé la ruta.
Según el itinerario, me dirigí hacia la costa tirrena y crucé el parque del Cilento, recorriendo carreteras sinuosas entre hermosos pueblos como Rofrano, Alfano y Laurito, lugares donde el tiempo parecía haberse detenido.
Hice una parada en Palinuro, que estaba casi desierta. Luego tomé la carretera hacia Camerota y, tras ir un poco tierra adentro, fui recompensado con una vista increíble del mar.
Curva tras curva, la V4 no falló ni una sola vez, siempre lista incluso en bajas revoluciones.

Día 5 – Maratea, Scalea, Tropea, Sicilia
Antes de comenzar el descenso por la costa tirrena, quería disfrutar de una de las vistas más hermosas de la zona: el Cristo Redentor de Maratea.
Desde allí, regresé a Tropea, donde me detuve para admirar su roca y su maravillosa formación en el mar.
Finalmente, llegué a Sicilia: ¡una joya!

Día 6 – Taormina, Acitrezza, Augusta, Siracusa/Ortigia
Desafortunadamente, cuando planeas un viaje, también debes considerar la posibilidad de mal tiempo.
Tenía que tomar el ferry hacia Sicilia, y comenzó a llover. ¡Mucho!
Normalmente la lluvia no me asusta, pero esta vez hubiera sido demasiado peligroso subirme a la moto.
Estuve pendiente del pronóstico, pero no dejó de llover. Lamentablemente, tuve que renunciar a la ruta que había planeado.

Día 7 – Marzamemi, Porto Palo di Capo Passero, Ragusa Ibla, Madonie
Al día siguiente, finalmente salió el sol y me dirigí a Marzamemi, un pequeño puerto pesquero, y justo después a Porto Palo di Capo Passero. Desde allí, me adentré en el interior: primero a Pachino, luego a Pozzallo con sus playas, Modica, Ragusa, hasta llegar al Parque de Madonie, atravesando paisajes impresionantes. Pasé la noche en Nicosia.
Finalmente, después de más de 2,200 km, muchas curvas emocionantes, un excepcional motor V4 y una moto extraordinaria, esta aventura también llegó a su fin.