Diego

Día 1
Me desperté al amanecer. Eran las 5 a.m. y tenía que prepararme para tomar el tren hacia Viterbo para recoger la moto. No dormí nada, demasiada emoción. Estaba mirando el folleto con fotos de la Multistrada V4 Rally y aún no podía creerlo: pasaría siete días viajando con ella por las calles del centro de Italia.
El tiempo estaba nublado y se esperaba lluvia en Viterbo, pero eso no frenó mi entusiasmo.
Finalmente llegué a Quinzi Moto. Fui recibido por un equipo muy amable y profesional.
Después de una breve explicación sobre la moto y una revisión general, finalmente me subí a la carretera.
Desde los primeros kilómetros, se creó una sensación especial con ella. La posición de conducción era cómoda, especialmente para mí, que mido 185 cm. No sentí que el viento me golpeara, estaba completamente protegido. Tras unos pocos kilómetros de curvas, llegué al lago de Bolsena y allí disfruté del paisaje de cuento de hadas. Nunca había recorrido muchos kilómetros en enduro, pero la moto me hizo sentir cómodo de inmediato.
Fue poco el tiempo necesario para familiarizarme, incluso en condiciones climáticas no óptimas.
Te olvidas del peso. ¡Fantástico! Las plataformas eran cómodas, la sensación con la parte delantera, el motor dócil pero preparado… El increíble tanque: gracias a su capacidad, no tienes que parar cada vez a repostar. Disfrutas del camino, las curvas… Sientes que puedes ir a cualquier parte.
Llegué a Orvieto, la Meseta de Leonessa, Tagliacozzo y las tierras altas de Arcinazzo. Luego, en la oscuridad, me dirigí hacia Roma, siempre evitando las autopistas.

Día 2
El domingo fue un día mucho mejor, aunque frío. Fui a los Castillos Romanos, dirección Frascati y luego llegué a Campotosto.
Cuando vas a Campotosto es obligatorio pasar por el Passo delle Capannelle. Es un tramo de carretera paradisíaco para los motociclistas, con sus curvas panorámicas, el asfalto perfecto y una variedad técnica que va desde la curva rápida hasta el estrecho cambio de rasante.
A pesar de su peso, la Multistrada V4 Rally es fácil de conducir, divertida y maniobrable. Nota no menor, gracias a los puños calefaccionados, el asiento y el parabrisas no sentí el frío. En comparación con mi moto, noté mucha diferencia.
La cima del paso estaba cubierta de nieve: tuve que ir con cuidado, pero con la Multistrada V4 Rally no tuve ningún problema. El lago de Campotosto estaba completamente rodeado de niebla.
Hacía frío, -1°C, y los neumáticos se vieron afectados por la temperatura y la baja presión debido a la velocidad lenta. Pero con esta moto, cada paso era emocionante.
Disfruté del sol que salía, tímidamente al principio, y luego regresé. El camino hacia Teramo, que corre detrás de las montañas hacia la ciudad, fue muy agradable, aunque frío ya que siempre está a la sombra.
Llegué a Teramo casi de noche y partí inmediatamente hacia Roma, pasando por L’Aquila, continuando hacia Antrodoco y luego Rieti. Este es el centro exacto de Italia. Desde allí, partí nuevamente por la Salaria hacia Roma.

Día 3
El tercer día lo dediqué a un tramo más «urbano». Quería recorrer los Castillos Romanos, que siempre ofrecen carreteras y vistas espectaculares, con curvas emocionantes, y además había un clima más cómodo: unos 15°C con un hermoso sol brillante. El asfalto seco y la temperatura me dieron ganas de probar el alma deportiva de la V4 Ducati.
«¡Guau! ¡Guau! ¡Guau!»… no dejaba de repetir esto cada vez que tomaba una curva, frenaba y salía de ella. La entrada en curva era como ninguna otra moto naked o sport-tourer y la salida en curva lineal. Entre esas curvas casi quieres poner la rodilla en el suelo al sentir cómo crece la armonía entre tú y la Multistrada V4 Rally.
Pasé el día sin alejarme demasiado de la capital, recorriendo kilómetros entre: Frascati, Velletri, Rocca di Papa, Albano, Castel Gandolfo, Palestrina, Genazzano, Lanuvio y muchos otros pueblos.
Lo que más me sorprendió fue el hecho de que, a pesar de los muchos kilómetros recorridos, no estaba nada cansado.

Día 4
Normalmente no tengo problemas para conducir bajo la lluvia, pero llovía tanto, que era demasiado para conducir. Así que me limité a hacer pequeños viajes urbanos.

Día 5
Dirección Siena. Por la tarde decidí dar un recorrido por Roma y me detuve en el Ponte Milvio, donde cada jueves por la noche se reúne una gran cantidad de motociclistas. La Multistrada V4 Rally dejó su huella entre supersport, naked y motard. Todos la notaron y la admiraron. Una noche entre moteros. Siempre es bueno pasar tiempo con personas que tienen la misma pasión que tú.

Día 6
Día de relajación, hacia el mar por la carretera que pasa por la costa pontina y luego sube a Sermoneta y Norma. La vista del Agro Pontino fue maravillosa.
Desafortunadamente, al día siguiente tenía que devolver la moto, aunque no quería hacerlo.

Día 7
Partí temprano hacia Manzi Moto. Crucé la zona de Velletri hacia Colleferro, donde me encontré con una espesa niebla. La temperatura había bajado a -3°C y la visibilidad era pobre, apenas podía ver los coches delante de mí. Pero las luces antiniebla me ayudaron mucho.
Decidí en un momento tomar la autopista y aquí la moto no me decepcionó en absoluto: protección contra el aire y comodidad.
Después de salir de la autopista, continué hacia Caserta, Avellino y finalmente Salerno. La bienvenida fue cálida. Todo muy bonito… pero tenía que devolver las llaves. Fue una experiencia extraordinaria. Un pequeño sueño hecho realidad.
Buena suerte al siguiente conductor y ¡diviértete!